Y todo lo que empieza termina, al concluir el año, una comisión de “Regreso a casa” fue por mí. Por mi gusto me hubiera quedado en esas tierras. Regresé a casa y cursé mis estudios en la universidad ITESO, la Carrera de Lic. en Relaciones Industriales, originalmente quise estudiar Psicología pero fue un NO rotundo el que recibi asi que elegí la carrera porque llevaba mucho de Psicología enfocada al hombre en el trabajo y esto me ayudó a encontrar un nuevo destino. Fue ahí donde Arturo y Yo nos encontramos y al final de la carrera nos casamos, abriendo de esta manera un nuevo capítulo en nuestras vidas.

En el tiempo de la universidad, viví todo un proceso de rebeldía, me aleje de mi fe, cambié mis hábitos de vestir y de arreglo personal: hippie, ropa de manta, sin maquillaje, huaraches, etc. Opositora, renuente, inconforme con lo establecido, en fin, así mi historia.

Capítulo II: El matrimonio Bendición y aprendizaje

Por qué Bendición…
Es un apartado lleno de luces, Bendición porque en el tiempo y el espacio coincidieron nuestras vidas, la de Arturo y la mía, en un momento de Gracia, en un momento de luz, en menos de 5 meses de relación dijimos, nos casamos y nos casamos. Contando con el apoyo, simpatía y aceptación en ambas familias. Para mí fue un reencuentro con mi fe y el inicio de una aventura. Viví todo un proceso de conversión que dio un giro a mi vida (esa es otra Historia). A la luz de la fe empezamos a construir una nueva familia.

Por qué Aprendizaje:
Yo creo que más que en el aula de la escuela o de la universidad, los aprendizajes más significativos se dan en el día a día, de la relación, en la propia casa, en el caminar, en los roces, en los silencios, en las equivocaciones, en las fallas en la comunicación, en las expectativas, en las historias que cada uno vamos cargando, en el plato de frijoles, en los olvidos, en los juicios…Historias de aprendizajes que juntos hemos tejido a lo largo de nuestra relación, en los últimos 42 años…

Porque es importante esta etapa… los primeros 20 años entramos por laberintos, que parece que no tenían salida…dos faros luminosos nos acompañaron como ángeles custodios, que brillaban intensamente cuando todo estaba más oscuro, una FE a prueba de todo y la decisión de seguirnos amando a pesar de TODO.

Motivos para querer salir volando y huyendo al fin del mundo, no faltaron… sin embargo, aquí estamos, seguimos avanzando, seguimos aprendiendo, seguimos recibiendo cada día bendiciones… y seguimos creciendo, cada vez más libres, más sanos y más felices, viendo cómo los hijos van creciendo, y realizando sus propios proyectos de vida, como la familia va creciendo, estrenándonos como abuelos de una linda nieta y preparando los espacios para todos los que vengan después…