Cuando los sentimientos de ira y enojo no se pueden reconocer y manejar abiertamente, van formando en el interior un “fondo emocional negativo” altamente tóxico, que va envenenando nuestra vida y nuestras relaciones. Es frecuente que ésta sea una de las causas principales de las enfermedades psicosomáticas.
Las formas más comunes de bloquear del enojo y de la ira son:
- Sofocarlos inconscientemente
“Yo nunca me enojo. No hay nada lo suficientemente importante como para enojarse. Claro que me doy cuenta de que es arrogante y me maltrata, pero a mí no me afecta. No me importa en lo más mínimo”.
- Sofocarlos conscientemente
“Estoy enojado pero eso no significa que me rinda, simplemente me controlo y olvido. Me doy un regaderazo y se me quita. Me tomo un tranquilizante en el día, un somnífero en la noche para dormir y desaparece. Doy un paseo y olvido. Se me olvida rápidamente. Cuando estoy un poco enojado me tomo unos tragos de alcohol y se me quita. Yo, ¿enojarme? ¡Nunca! Me río de los problemas. Hace enojar a otras personas, pero yo no se lo permito. A mi no me hace enojar”.
- Posponerlo
“¿Por qué no pensé en eso antes? ¿Por qué siempre pienso la respuesta correcta hasta que ya es muy tarde? No me enojé cuando eso sucedió ni ahora que lo platico, pero me duele mucho la cabeza. Siempre me molesta, pero soy tan tonto que hasta después me doy cuenta. Si esta persona estuviera aquí, le diría realmente lo que pienso. ¿Se imaginan? Ahora que lo pienso, me da coraje”.
- Transferirlo
Enojos repentinos, sin razón aparente. Enojos fuertes por ofensas imaginarias, inexistentes o muy pequeñas. Acumular o exagerar viejas ofensas o problemas y descargarlas en alguien inocente sin razón alguna. Resentimiento contra uno mismo. Voltear la ira contra sí mismo y deprimirse. Ideas paranoicas: todos están en contra de mi.
- Racionalizarlo y diluirlo
“Debe estar enfermo y sé que no puede evitarlo; así es que no puedo enojarme con él. La gente civilizada, lógica y racional es calmada; la cabeza es la que controla. La gente madura no se enoja; sólo los tontos lo hacen. Mañana ella lo sentirá más que yo. ¿para qué me enojo?. Uno no se puede enojar con los niños. ¿Qué te hace pensar que estoy enojado? Ni siquiera he alzado la voz. Simplemente me pongo a hacer otra cosa y mi enojo desaparece. Por favor, no hables tan fuerte. La gente nos va a escuchar y es de muy mal gusto. Parece que estoy enojado pero no es cierto. ¿Quién está enojado? Ni estoy enojado ni estoy gritando. Estoy hablando más fuerte sólo porque me interesa la discusión”.
- Tratar de se indiferente
“No siento nada”.
Por favor, sé consciente de tu sentimiento
Los aprendizajes que debes hacer para evitar el malestar físico y emocional del enojo no manejado adecuadamente, son:
– Darse cuenta o ser consciente de estar o sentirse molesto, incomodo, enojado.
– Ser consciente y darse cuenta de las molestias físicas asociadas al sentimiento de molestia, ira o enojo: color de la cara, latidos del corazón, nervios y músculos crispados o apretados, etc.
– Ser consciente y darse cuenta de los deseos de gritar, de decir malas palabras, de insultar, de hacer aspavientos con las manos y brazos.
– Ser consciente y darse cuenta de los deseos de golpear, de lastimar o de irse.
– Ser consciente y darse cuenta del deseo de hablar, de contestar, de reclamar.
El primer paso en el proceso de manejar adecuadamente la agresividad es ser consciente, darte cuenta y aceptar tus sentimientos de molestia, ira, enojo. Acepta tus sentimientos en forma cada vez más natural y espontánea, para que puedas manejarlos adecuadamente.
Con afecto
Arturo y Gema